En el momento que se quiera, al despuntar el alba o al estallar el fuego del sol en el mar, el buen marino sabe que en la Marina Puerto de la Navidad sus impulsos de hacerse a la mar o de atracar en puerto siempre encontrarán toda clase de servicios y facilidades; y que, después de practicar el arte de la navegación, su descanso y su seguridad están garantizados en esta bella Marina.